miércoles, 20 de febrero de 2019

La actriz y cantante Brasell Santos sufre accidente automovilístico


Breashell Santos
Ocurrió cuando regresaba de Santiago, donde se presentó la premier de la película Kanibarú donde ella actúa.

Brashell, que también trabaja en el programa Reymon y Miguel, y ha actuado en otras películas narra en su cuenta de Instagram como ocurrieron los hechos: Uno siempre escucha la frase "Es mejor perder un minuto en la vida que perder la vida en un minuto", pero nunca imagina que puede pasarle.

Esto me pasó anoche alrededor de las 2:00 am cerca del bravo de la enriquillo. Ayer pasé todo el día sintiéndome decaída por una alergia (desde la noche anterior) pero aun así quise cumplir e ir a la premiere de Kanibarú en Santiago, fui todo el camino de ida durmiendo en el asiento trasero, sentía nauseas, dolor en la garganta y el ánimo en 0 pero esto no me impidió sacar de abajo y dar mi mejor cara a toda la gente que se dio cita ya que a eso de las 7:00 PM tomé un antialérgico (loratadina) y un acetaminofén por los síntomas de fiebre (por siaca) y me ayudaron a sentirme un poco mejor, pensé que ya estaba mejorando. .

Vehículo accidentado
Cuando veníamos de Santiago hasta la capital empecé a sentirme mal otra vez, volví a dormir todo el camino, al llegar me sentía un poco mareada pero pensé que podía manejar (uno siempre de Superman), llamé a mis padres y les dije que quería ir al médico porque no me sentía bien a lo que mi papá me respondió: "quédate ahí que yo te busco para que no manejes" y yo por no perder unos minutos, porque quería dormir, le dije que no que estaba bien que yo podía llegar para que fuéramos a emergencias.... Por poco no llego. Perdí el control de mi vehículo por esquivar a "un gato" que supuestamente vi o aluciné, a mí me pareció bastante real, por suerte pude estabilizar mi vehículo sin volcarme como en un momento llegué a temer, no sin antes impactarme con una camioneta parqueada a la derecha de la calle (vacía, gracias a Dios). No podía casi ni hablar ni moverme, solo llamé a mis padres y escribí a mis compañeros de Kanibarú que estuvieron ahí preocupados y en alerta, gracias a ellos, a la policía que en todo momento me protegió y las personas que salieron de la torre a darme auxilio.

Hoy solo siento dolor en el cuerpo por el impacto pero no recibí ningún golpe de manera directa. Esta experiencia no se la deseo a nadie, por un momento pensé que todos mis sueños estaban apagados y yo con tantos deseos de vivir, tanto que dar, gracias Dios por tu protección y las oraciones que tengo a mi alrededor 💜

Dios es fiel.

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