Escrito por Geraldo W. T.
“Un nuevo parámetro para elevar la
satisfacción del visitante”
Entraban apresurados, los
turistas, como si temieran quedarse fuera o perderse algún asiento, como si
asistieran a algún extraordinario concierto de alguna estrella artística de
renombre mundial, como si aquel teatro fuera parte esencial del disfrute de sus
vacaciones.
Y entre ellos, abriéndome paso…,
yo, con apenas las experiencias de ballets de quinta y la frustración callada
de esos bailes de hoteles que parecen ser “tan sólo para entretener” pero que
provocan ganas de hacer un “haga cadabra” y acelerar la segundera del reloj
para que termine pronto; caminé escéptico.
Sólo me dio tiempo a cotejar la
silla y justo al momento de sentarme, ¡!flassh!!..., Apagaron las luces. El “is
show time” en cinco idiomas desató el aplauso de inicio. Y en fracciones de segundos
me encontré frente al más asombroso escenario de los teatros hoteleros en
Bávaro.
El escenario: impresionante,
colorido, amplio, con un juego de luces profesionales que me obligaron cruzar
las piernas y sentirme pequeñito ante aquel majestuoso escenario.
El sonido: impecable,
agradable y fiel.
El animador: con el
profesionalismo, la fluidez de la voz, y la firmeza que requiere un presentador
para hacer que nos creamos que realmente el mejor de los shows de Bávaro está
por comenzar.
Los visitantes se ponían de pies,
gritaban, aplaudían..., se mostraban impactados. Las caras de satisfacción de
los turistas me hicieron sentir orgulloso de ser de aquí.
La caracterización: un
dominicano embelesado, se me acercó y susurro: “canta muy bien la trigueña”, y
quisiera presumir que le corregí diciendo que se trataba de una imitación, pero
era tan perfecta que, tan sólo levanté una ceja y la observé muy fijo...,
Entre tanto, se conjugaban en un
mismo show el arte, la cultura, lo estéticamente depurado y la armonía de un
trabajo que evidencia la sinergia de un equipo que transmite lo que baila, lo
que actúa o ¿canta?...,
Mi tristeza: Yo me
preguntaba del por qué otros hoteles no adoptaban esta impresionante manera de
provocar la alegría y motivación del turista, ni admitimos que el turismo
además playas, piscina y buena gastronomía tiene como responsabilidad un
entretenimiento de calidad y convertirlo en un desafío de satisfacción al
visitante, que de seguro está incluido en listado de “cosas que no olvidaré de
mis vacaciones en Bávaro”.
Las modelos y bailarines: tal
como las exige el escenario. Con la personalidad estética para vender al país
como una isla de mujeres bellas, y con el profesionalismo que demuestra
disciplina, esfuerzo y trabajo duro para conseguir sorprender.
Sí que fue un show verdaderamente
impresionante…,